¿Distanciamiento social y barbijo sólo para algunos? Durante estos largos meses, Alberto Fernández se mostró varias veces descuidado en las medidas de prevención del covid-19.
Entre fotos grupales, barbijos mal puestos y encuentros multitudinarios, el cuestionamiento social aumenta, en un momento que amerita un cuidado estratégico de la imagen.
Si bien hubo algunas flexibilizaciones, esta imagen (como varias anteriores) abre el panorama al hartazgo, el cuestionamiento y a un rechazo social que podría haberse evitado fácilmente. En este caso, era tan simple como separarse de la multitud y tomarse una foto con barbijo.
Este encuentro parece natural, un encuentro informal está lejos de la realidad del resto de la ciudadanía y no parece oportuno. La circunstancia se vuelve fundamental en el cuidado de las apariencias y en el momento de elegir, editar o redactar contenido político.
Esta situación recurrente nos hizo pensar en la importancia de evaluar nuestra imagen, y a la vez, si nuestro contenido es oportuno.
En un país donde la cuarentena fue extensa, donde muchos no pudieron despedir a seres queridos fallecidos, donde la economía desbordó y se perdió una gran porcentaje del PBI, la sensibilidad y cuidado de la imagen y del contenido debe evaluarse fuertemente.
Por otro lado, es importante evaluar que si el contenido oficial tiene correlación con la realidad. Si en las redes sociales oficiales se lo muestra con barbijo pero luego se evidencian los descuidos, el problema es aún mayor.
Evaluar el cómo, cuándo y por qué de cada contenido es fundamental en cualquier contexto, pero pareciera que quienes asesoran a Alberto se dieron algunas libertades en el cuidado de su imagen que pueden haber impactado negativamente, contrariamente al objetivo principal de las redes sociales: Identificación, conexión y cercanía.
Por Azul Cappo para INGOB.
Comments